Esta obra supone, por su originalidad, una ruptura con el teatro cómico anterior. Mihura la escribió en unos tres meses, y según sus propias declaraciones, la creó «sin esfuerzo» y «con facilidad, con alegría, con sentimiento». Consideraba que había encontrado con esta obra un estilo propio y sin influencias ajenas, y se mostró orgulloso de su «virtud melódica», de su ritmo, de «esa cadencia especial que sonaba a verso».
Argumento
Fernando Valls, en su edición de Tres sombreros de copa, resume así el argumento de la obra:
El argumento de Tres sombreros de copa es sencillo, incluso tópico: tras siete años de tenaz noviazgo, Dionisio, un joven de veintisiete años, va a casarse con Margarita, una «virtuosa señorita» de veinticinco. La noche previa a la boda se hospeda en un hotel donde conoce a Paula, una atractiva chica de dieciocho años (aproximadamente, ya que no conoce su edad) de la que se siente especialmente atraído. La muchacha trabaja en un circo y al día siguiente debutará en el Nuevo Music-Hall. A lo largo de la obra, Dionisio descubre por medio de Paula una manera distinta de vivir, de entender el mundo y de alcanzar la felicidad; gracias a la joven vislumbra la posibilidad de una existencia más imaginativa y libre. Sin embargo, cuando en el momento culminante de la acción deba decidirse entre Paula y Margarita, Dionisio no se atreverá a cambiar de vida, y opta por vivir con la burguesía.
Estructura
Miguel Mihura recurre para la composición de esta obra a las tres unidades clásicas: de espacio, de tiempo y de acción. Todo transcurre de madrugada en una habitación de un hotel de segundo orden de una ciudad de provincias (unidad de espacio), en unas pocas horas (unidad de tiempo), y alrededor de una misma anécdota (unidad de acción): el descubrimiento, por parte de Dionisio, durante la víspera de su boda, de un mundo alegre y auténtico al que va a renunciar para integrarse en un sistema que en el fondo detesta. Este planteamiento del tiempo y la utilización del espacio son fundamentales para el desarrollo de la intriga.
La acción se estructura en tres actos que corresponden al esquema tradicional: planteamiento, nudo y desenlace. El acto I supone un planteamiento de la acción. En él se nos presenta a los personajes protagonistas y el conflicto en que viven. Se basa en la ficción que despliegan unos y otros. El acto II presenta el conflicto como tal: el nudo. Mostrará la experiencia de Dionisio en ese otro mundo en que ha ingresado de la mano de Paula (de ilusión, fantasía y absurdo). Entre el primer y segundo acto trascurren dos horas para que dentro de ese espacio se transforme radicalmente el ambiente. Cuando Dionisio se decide y se integra en el mundo recién descubierto, unos golpes en la puerta le hacen volver a la realidad. Este paso entre el segundo y tercer acto sólo dura un minuto. Mihura concluye el tercer acto con el desenlace, con la vuelta de todo a su orden, dejando a Dionisio aplastado por sistema encarnado por Don Sacramento («pensé salir de aquí hacia el camino de la felicidad y voy a salir por el camino de la ñoñería y la hiperclorhidria»).
Miguel Mihura recurre para la composición de esta obra a las tres unidades clásicas: de espacio, de tiempo y de acción. Todo transcurre de madrugada en una habitación de un hotel de segundo orden de una ciudad de provincias (unidad de espacio), en unas pocas horas (unidad de tiempo), y alrededor de una misma anécdota (unidad de acción): el descubrimiento, por parte de Dionisio, durante la víspera de su boda, de un mundo alegre y auténtico al que va a renunciar para integrarse en un sistema que en el fondo detesta. Este planteamiento del tiempo y la utilización del espacio son fundamentales para el desarrollo de la intriga.
La acción se estructura en tres actos que corresponden al esquema tradicional: planteamiento, nudo y desenlace. El acto I supone un planteamiento de la acción. En él se nos presenta a los personajes protagonistas y el conflicto en que viven. Se basa en la ficción que despliegan unos y otros. El acto II presenta el conflicto como tal: el nudo. Mostrará la experiencia de Dionisio en ese otro mundo en que ha ingresado de la mano de Paula (de ilusión, fantasía y absurdo). Entre el primer y segundo acto trascurren dos horas para que dentro de ese espacio se transforme radicalmente el ambiente. Cuando Dionisio se decide y se integra en el mundo recién descubierto, unos golpes en la puerta le hacen volver a la realidad. Este paso entre el segundo y tercer acto sólo dura un minuto. Mihura concluye el tercer acto con el desenlace, con la vuelta de todo a su orden, dejando a Dionisio aplastado por sistema encarnado por Don Sacramento («pensé salir de aquí hacia el camino de la felicidad y voy a salir por el camino de la ñoñería y la hiperclorhidria»).