viernes, 25 de mayo de 2012

LA GUERRA DE VIETNAM

La Guerra de Vietnam,[16] (Chiến tranh Việt Nam en vietnamita) llamada también Segunda Guerra de Indochina, fue un conflicto bélico que enfrentó entre 1964 y 1975 a la República de Vietnam, o Vietnam del Sur, y a los Estados Unidos, contra la República Democrática de Vietnam, o Vietnam del Norte, y el Frente Nacional de Liberación de Vietnam, apoyados por el bloque comunista, en el contexto general de la Guerra Fría. Tras el fin de la guerra, con el armisticio entre el sur y el norte, la guerra de Vietnam quedó marcada en la historia como la primera derrota de los Estados Unidos en una guerra.
Las facciones en el conflicto fueron, por un lado la República Democrática de Vietnam con el apoyo de movimientos guerrilleros norvietnamitas como el Viet Cong o Frente de Liberación Nacional (NLF, por sus siglas en inglés) y de suministros soviéticos y chinos. Por el otro lado, la República de Vietnam con el apoyo militar y logístico de los Estados Unidos. En ayuda de los estadounidenses también participaron tropas de combate de Australia, Corea del Sur, Filipinas, Nueva Zelanda y Tailandia. Otros países como Alemania, Irán, Marruecos, Reino Unido y Suiza contribuyeron con suministros materiales y equipamiento médico. Contingentes testimoniales en apoyo de los Estados Unidos fueron enviados por Taiwán y España, que movilizó a un reducido grupo de médicos militares en misión sanitaria.[17]
La guerra se distinguió por transcurrir sin la formación de las tradicionales líneas de frente, salvo las que se establecían alrededor de los perímetros de las bases o campos militares, de manera que las operaciones se sucedieron en zonas no delimitadas, proliferando las misiones de guerra de guerrillas o de "búsqueda y destrucción", junto con acciones de sabotaje en las retaguardias de las áreas urbanas, el uso de la fuerza aérea para bombardeos masivos y el empleo extensivo de agentes y armas químicas, constituyendo estas últimas operaciones violaciones de diversas convenciones internacionales de guerra que prohíben la utilización de armas químicas y biológicas.
La cobertura del conflicto realizada por los medios de comunicación permitió la denuncia de las frecuentes violaciones y abusos de los derechos humanos cometidos por los dos bandos, pero autores como Luciano Garibaldi afirman que atraían mucho más la atención las perpetradas por Estados Unidos,[18] alimentando así la creciente oposición de la opinión pública occidental hacia la intervención estadounidense.
Ante la contestación y división de la sociedad estadounidense, los acuerdos de paz de París en 1973 supusieron la retirada de las tropas estadounidenses y el cese de su intervención directa, pero no lograron poner fin al conflicto. Éste prosiguió hasta que, en 1975, tras la toma de Saigón, se forzó la rendición incondicional de las tropas sudvietnamitas y la unificación del país, bajo el control del gobierno comunista de Vietnam del Norte, con el nombre de la República Socialista de Vietnam, el 2 de julio de 1976.
Un dato específico que le añade extremada crudeza e infamia al conflicto es el escalofriante número de víctimas civiles. Según datos de organismos internacionales y en conjunto con el gobierno de Hanoi, para 1975, la guerra habría causado la muerte de entre 3,8 y 5,7 millones de personas,[ la mayoría de ellas civiles, y graves daños medioambientales. Estas enormes cifras de muerte marcan a la guerra de Vietnam como "quizás" el conflicto más sanguinario después de la Segunda Guerra Mundial.
Para los Estados Unidos, el conflicto resultó ser la confrontación más larga en la que se han visto envueltos. Surgió el sentimiento de derrota o Síndrome de Vietnam en muchos ciudadanos, lo que se vio reflejado en el mundo cultural y la industria cinematográfica, así como en un repliegue de la política exterior hasta la elección de Ronald Reagan en 1980. El precio de la guerra en vidas para los Estados Unidos fue de 58.159 muertes y 1.700 desaparecidos.
Las tensiones de la guerra fría finalmente desembocaron en una guerra abierta en Vietnam. Al principio, los Estados Unidos le proporcionaron al sur ayuda militar solamente. Pero durante la década de los sesenta comenzaron a enviar soldados, cuyo número se elevó a más de medio millón antes de concluir la década.

                     

LA CRISIS DE LOS MISILES (CUBA)

La Crisis de los misiles en Cuba es como se denomina al conflicto entre los Estados Unidos, la Unión Soviética y Cuba en octubre de 1962, generado a raíz del descubrimiento por parte de Estados Unidos de bases de misiles nucleares soviéticos en territorio cubano. En Rusia se la denomina "Crisis del Caribe", (en ruso: Карибский кризис, Karibskiy krizis), mientras que en Cuba se la llama "Crisis de Octubre".
Junto al Bloqueo de Berlín son las mayores crisis entre ambas potencias durante la Guerra Fría y en la de Cuba es donde más cerca se estuvo de una guerra nuclear.
La crisis abarca el período comprendido entre el descubrimiento de los misiles (15 de octubre de 1962) hasta el anuncio de su desmantelamiento y traslado de vuelta a la URSS (28 de octubre de 1962). Sin embargo, a otros niveles se extendió hasta noviembre de 1962 e incluso enero de 1963 en sucesivas mini-crisis.[1]
                                           
                                       

DESEMBARCO DE LA BAHIA DE COCHINOS

La bahía de Cochinos está ubicada en la costa suroccidental de Cuba, en un entrante del golfo de Cazones. En 1910 pasó a formar parte de la provincia de Santa Clara, en 1961 reasignado a la provincia de Las Villas y finalmente, en 1976 cuando de las seis provincias originales de Cuba se produjo una reorganización general para pasar a catorce (14), tranferido a la provincia de Matanzas.
La bahía está situada aproximadamente 30 kilómetros al sur de Jagüey Grande, 70 kilómetros al oeste de la ciudad de Cienfuegos y 165 kilómetros al sureste de La Habana, capital nacional.
En la ribera occidental de la bahía hay arrecifes coralinos que bordean la ciénaga de Zapata, parte de la península de Zapata. En el lado oriental hay largas playas con manglares y zonas pantanosas situadas tierra adentro. Al norte de la bahía, en su cierre, se situa la localidad de Buena Ventura junto a playa Larga, y 35 kilómetros al sureste de ésta Playa Girón y el municipio de Girón, nombrado así por el conocido piratra francés Gilberto Girón (c.1604).[1]
Playa Girón y Playa Larga fueron escenarios del desembarco de fuerzas cubanas en el exilio integradas en la denominada Brigada 2506 durante la Invasión de la Bahía de Cochinos, operación patrocinada por la CIA para intentar derrocar el 17 abril de 1961 al gobierno revolucionario de Fidel Castro.
                          
                               

HITOS DE LA GUERRA FRÍA

                                                        LA GUERRA DE COREA

La Guerra de Corea fue una guerra entre Corea del Sur, apoyada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y Corea del Norte, apoyada por la República Popular China, con ayuda de material militar de la Unión Soviética. La guerra fue el resultado de la división de Corea por un acuerdo de los victoriosos Aliados de la Segunda Guerra Mundial tras la conclusión de la Guerra del Pacífico al final de la Segunda Guerra Mundial. La península de Corea había permanecido ocupada por Japón desde 1910 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Tras la rendición incondicional del Imperio del Japón, los estadounidenses dividieron la península por el Paralelo 38, el norte del cual quedó ocupado por tropas soviéticas y el sur por tropas estadounidenses.
El fracaso de la celebración de elecciones libres en toda la península en 1948 acentuó la división entre ambas partes, y el norte estableció un gobierno comunista. El paralelo se convirtió todavía más en una frontera política entre ambas Coreas. Aunque las negociaciones para la reunificación continuaron en los meses anteriores a la guerra, la tensión se intensificó con escaramuzas transfronterizas e incursiones en el Paralelo 38. La escalada de tensión degeneró en una guerra abierta cuando Corea del Norte invadió Corea del Sur el 25 de junio de 1950, en lo que suponía el primer conflicto armado serio de la Guerra Fría.
Las Naciones Unidas, y particularmente los Estados Unidos, acudieron en ayuda de Corea del Sur para repeler la invasión, pero en sólo dos meses los defensores fueron empujados al Perímetro Pusan, un área pequeña en el extremo sur de la península, antes de que los norcoreanos fueran detenidos. Una rápida contraofensiva de las Naciones Unidas devolvió a los norcoreanos más allá del Paralelo 38, casi hasta el río Yalu, y entonces entró en el conflicto la República Popular China del lado del Norte. Los chinos lanzaron una ofensiva que forzó a las Naciones Unidas a volver al otro lado del Paralelo 38, para lo que la Unión Soviética ayudó con material militar a los ejércitos chino y norcoreano. En 1953 la guerra cesó con un armisticio que restauró la frontera entre las Coreas cerca del Paralelo 38 y creó la Zona desmilitarizada de Corea, una franja de 4 km de anchura entre ambos países. Diversos rebrotes de lucha se siguen produciendo hasta la actualidad.
Con las dos Coreas auspiciadas por potencias extranjeras, la Guerra de Corea fue una guerra subsidiaria. Desde el punto de vista de la ciencia militar, combinó estrategias y tácticas de la Primera y la Segunda guerras mundiales: comenzó con una campaña móvil de rápidos ataques de infantería seguidos por incursiones de bombardeos aéreos, pero se convirtió en una guerra estática de trincheras desde julio de 1951.
                     
         

viernes, 18 de mayo de 2012

LA GUERRA FRÍA

La Guerra Fría fue un conflicto de carácter político, económico y social entre el capitalismo y el comunismo, cuyos antecedentes se remontan a 1917, con el triunfo de la Revolución comunista en Rusia. Esta lucha se mantuvo latente por casi tres décadas, alcanzando su máxima expresión una vez que los líderes indiscutidos de cada uno de los bandos -EEUU y URSS- se instalaron en la cúspide del escenario internacional, quedando frente a frente en mitad del continente Europeo; allí, hasta donde sus ejércitos habían logrado llegar en la arremetida contra las tropas nazis.Una vez derrotado el enemigo común en 1945, ya no hubo razones para llegar a acuerdos, cada bando afianzó su poder e influencia en las áreas ocupadas y se estabilizó de ese modo la bipolarización del mundo, la cual sólo se derrumbó con la caída del Muro de Berlín ydefinitivamente con el fin de la URSS en 1991.


                              
La "Gran Alianza" que había permitido derrotar a los fascismos europeos y el expansionismo japonés se rompió nada más acabar la guerra. Se iniciaba la "guerra fría". Este concepto designa esencialmente la larga y abierta rivalidad que enfrentó a EE.UU. y la Unión Soviética y sus respectivos aliados tras la segunda guerra mundial. Este conflicto fue la clave de las relaciones internacionales mundiales durante casi medio siglo y se libró en los frentes político, económica y propagandístico, pero solo de forma muy limitada en el frente militar.

La Gran Alianza que había derrotado al Eje en una cruenta guerra de casi seis años se rompió en el corto plazo de unos meses. La guerra fría entre Estados Unidos y el bloque que dirigirá y la URSS y sus aliados marcará la escena internacional por casi medio siglo.
La efímera concordia

La ruptura no fue sin embargo inmediata ni inevitable. Roosevelt había soñado en Yalta un mundo en el que las dos superpotencias que surgían de la guerra, los EE.UU. y la URSS, pudiera colaborar pese a representar sistemas económicos, políticos e ideológicos tan diferentes. Stalin necesitaba la cooperación de las otras grandes potencias para reconstruir su país y contaba con la colaboración norteamericana para la cuestión de las reparaciones alemanas.

Además, el espíritu general de los pueblos europeos era de un profundo anhelo de renovación y justicia social. El triunfo de los laboristas de Atlee en el Reino Unido y el que los comunistas obtuvieran más del 25% de los votos en Francia e Italia o el 38% en Checoslovaquia mostraban a las claras la popularidad de las fuerzas de izquierda que en las zonas ocupadas por los nazis habían llevado el peso de la resistencia.

Por un momento se pensó que la colaboración era posible. El mejor lo constituía Checoslovaquia: tras las elecciones de 1946, el presidente de la República, Edvard Benes, representante de la mejor tradición liberal y demócrata europea, formaba un gobierno de unión nacional en el que un tercio de los ministros eran comunistas.

Las potencias vencedoras mantuvieron también por poco tiempo diversas acciones comunes: los Juicios de Nüremberg que significaron el juicio y condena de los altos dignatarios nazis acusados de crímenes contra la humanidad o los tratados de paz de París firmados en 1947 con los antiguos aliados de Alemania e Italia son ejemplos de ello.
1946: el creciente enfrentamiento

El ambiente enrarecido que ya se había empezado a respirar en la Conferencia de Potsdam terminó por aflorar claramente en 1946. En enero se produjo un primer encontronazo en la ONU cuando la delegación iraní protestó por la prolongación de la ocupación soviética de sus provincias septentrionales, continuación que violaba un acuerdo firmado por los Aliados durante la guerra. La dura reacción norteamericana consiguió que la URSS se retirara a los pocos meses.

En febrero, además de descubrirse una red de espías soviéticos en Canadá, Stalin pronunció un duro discurso en Moscú en el que no dudó en afirmar que el capitalismo y el comunismo eran "incompatibles" y que la URSS debía prepararse para un período de rearme. Dos semanas después, George Kennan, experto en asuntos soviéticos del Departamento de Estado norteamericano, envió un telegrama a Washington. Este telegrama de dieciséis páginas contenía un análisis demoledor: la Unión Soviética era un estado irrevocablemente hostil a Occidente que continuaría con su política expansionista.

El 5 de marzo de 1946, Churchill visitó los EE.UU. y pronunció un célebre discurso en la universidad de Fulton, en el estado de Missouri. El veterano político británico consagró la expresión "telón de acero" para referirse a la frontera que separaba a la Europa dominada por el ejército soviético del resto.

Como una réplica al telegrama de Kennan, el embajador soviético en Washington, Nikolai Novikov, envió también un largo telegrama a Moscú en septiembre. En él afirmaba que los EE.UU. buscaban dominar el mundo y estaban preparando una guerra para ello. Los telegramas de los enviados diplomáticos eran una buena prueba del creciente deterioro de las relaciones entre los antiguos aliados.

El año 1946 supuso el fin del entendimiento entre los aliados. Aunque los partidos comunistas occidentales participaban aún en gabinetes de coalición en países como Francia y como Italia, dos cruentas guerras civiles enfrentaban a comunistas y conservadores en Grecia y China, y la tensión entre las administraciones de ocupación occidentales y soviética en Alemania era creciente.
1947: El año de la ruptura

El año 1947 marca el fin definitivo de la antigua alianza. En un Europa en la que la reconstrucción no ha comenzado aún, el hambre y el descontento social son el contexto en el que crece y crece la desconfianza entre antiguos Aliados. Mientras los países occidentales desconfían del expansionismo soviético en las zonas donde el Ejército Rojo se ha asentado, los soviéticos se quejan de que los occidentales no envían a la URSS la parte correspondiente de las reparaciones que debían extraerse en sus zonas de ocupación, dificultando la recuperación de una URSS en ruinas.

El año se inició con una clara violación soviética de los acuerdos de Yalta en lo referido a Polonia. Las elecciones se celebraron en enero tuvieron lugar en un ambiente de falta de libertad y arbitrariedad que permitió el triunfo de los candidatos comunistas.
La Doctrina Truman

En febrero de 1947 una alarmante nota del gobierno británico llegó a Washington. En ella se informaba a Truman y a su nuevo Secretario de Estado, George Marshall, de que el gobierno de Londres era incapaz de continuar apoyando al gobierno conservador de Atenas en su lucha contra las guerrillas comunistas griegas. También comunicaba que la nota que Gran Bretaña era incapaz de seguir ayudando financieramente a Turquía.

Los norteamericanos reaccionaron vivamente a esta nueva amenaza. Conscientes de que las zonas bajo dominio soviético eran "irrecuperables", optan por implicarse activamente en la defensa del sur y del oeste del continente. En un discurso pronunciado el 12 de marzo en el Congreso, Truman no solo demandó la aprobación de una ayuda de 400 millones de dólares para Grecia y Turquía, sino que se sentó una verdadera doctrina de política exterior, la Doctrina Truman. Afirmando que EE.UU. ayudaría a cualquier gobierno que hiciera frente a la amenaza comunista, el presidente norteamericano proclama la voluntad de su país de aplicar una política de contención del comunismo ("containment").

Esta nueva voluntad estadounidense tenía su principal desafío en Europa occidental. Aquí la recuperación tras la devastación de la guerra estaba siendo muy lenta o inexistente lo que favorecía la agitación y la propaganda comunista. Francia e Italia tenían poderosos partidos comunistas que podrían ser la base de la expansión soviética al occidente del continente. El nuevo ambiente de enfrentamiento provocó la expulsión de los ministros comunistas que participaban en gobiernos de coalición en París, Roma y Bruselas en el período de marzo a mayo de 1947.
El Plan Marshall

Esta medida no era, sin embargo, suficiente. Para contener al comunismo era necesario poner las condiciones económicos que impidieran su expansión. Así, el 5 de junio de 1947 en un discurso en la universidad de Harvard, el secretario de estado, George Marshall, anunció el Programa de Recuperación Europeo (European Recovery Program), conocido popularmente como el Plan Marshall.

Se trataba de un masivo programa de generosa ayuda económica para Europa. Aunque el Plan servía claramente a los intereses diplomáticos y de potencia de EE.UU., lo que Churchill calificó, quizá exageradamente, como "el acto menos sórdido de la historia", supuso una extraordinaria inyección de ayuda económica que permitió la acelerada recuperación de Europa occidental.

Washington ofreció la ayuda a todos los países europeos, aunque determinó que para recibirla era necesario crear mecanismos de colaboración económica entre los beneficiarios. Este hecho precipitó la negativa de Stalin a aceptar el Plan, forzando a los países que habían caído bajo su esfera de influencia a rechazar la ayuda. El Plan Marshall vino a dividir a Europa en dos: la occidental que va a iniciar un rápido crecimiento económico y la oriental, sometida a la URSS, y que va a tener grandes dificultades de desarrollo. La excepción a esta regla fue la España de Franco, a la que se negó la ayuda por el carácter fascista de su régimen político. A la vez que EE.UU. lanzaba estaba masiva operación de ayuda, la administración de Truman creó los instrumentos institucionales de la guerra fría al aprobar en julio de 1947 la Ley de Seguridad Nacional por la que se creaban la CIA y el Consejo de Seguridad Nacional.
La respuesta soviética

La URSS, que había obligado al gobierno checoslovaco a renunciar al Plan Marshall tras haberlo aceptado, reaccionó en septiembre de 1947 creando la Kominform (Oficina de Información de los Partidos Comunistas y Obreros). Este organismo tenía como finalidad coordinar y armonizar las políticas de los partidos comunistas europeos.

En la reunión constitutiva de la Kominform, el representante soviético, Andrei Jdanov, emite lo que se ha venido en conocer como la Doctrina Jdanov: en ella se constata la división del mundo en dos bloques y la necesidad de que los países de lo que el denominó el "campo antifascista y democrático" siguieran el liderazgo de Moscú.
La guerra fría comienza en Europa

El año 1948 constituyó el primer año de la guerra fría. El continente europeo, que aún apenas había iniciado a restañar las heridas de la guerra, fue el escenario de una importante crisis internacional.

La Doctrina Jdanov había marcado el punto de no retorno en la conversión forzada de la Europa central y oriental al modelo configurado por Stalin en la URSS. Una tras otra las naciones dominadas por el Ejército Rojo fueron constituyéndose en lo que se vino a denominar "democracias populares": partido único, colectivización de la tierra, planificación económica centralizada, prioridad a la industria de base,. persecución de cualquier tipo de disidencia... La URSS extendía su modelo en su área de influencia.

En ese rápido proceso que duró pocos meses, el momento clave lo constituyó el Golpe de Praga en febrero de 1948. El líder comunista Gottwald, con la aprobación de Stalin, hace un llamamiento a la huelga general que se ve apoyada por "milicias de trabjadores" que frenan cualquier resistencia de las fuerzas democráticas. En pocos días, la democracia checoslovaca se vio convertida en otra "democracia popular".

La repercusión en Europa occidental del Golpe de Praga fue inmensa y aceleró las medidas occidentales que precipitarán la crisis de Berlín.

Mientras tanto, Stalin se encontró con un problema inesperado en su propósito de alinear férreamente a los "países satélites" bajo la férula de Moscú. La Yugoslavia de Tito, un país en el que las guerrillas comunistas habían expulsado a las tropas del Eje con muy escasa ayuda soviética, practicó una política exterior independiente que vino finalmente a chocar con la posición del Kremlin. A la condena de la Kominform en junio de 1948, le sigue la ruptura de relaciones diplomáticas de la URSS en agosto. El gobierno de Tito resisitió el envite con el apoyo de una población multinacional unida bajo la idea de la independencia ante Moscú. El cisma yugoslavo fue un duro golpe para Stalin y reforzó sus tendencias paranoicas respeto a los demás líderes comunistas. A partir del verano de 1948, las purgas se extendieron en las filas comunistas de las nuevas "democracias populares".
La crisis de Berlín y la partición de Alemania

La antigua capital del Reich había sido dividida en cuatro zonas de ocupación y se hallaba situada en el corazón de la zona de ocupación soviética. Las crecientes discrepancias entre los antiguos aliados hicieron de la cuestión de Berlín uno de los temas clave de la guerra fría.

El Golpe de Praga aceleró el enfrentamiento ya iniciado anteriormente sobre la cuestión alemana. Abandonadas las negociaciones para acordar un status político común a la Alemania ocupada tras el fracaso de la Conferencia de Londres en 1947, los representantes de EE.UU., Gran Bretaña y Francia se reunieron y alcanzaron los Acuerdos de Londres (abriljunio de 1948) para iniciar un proceso constituyente en sus zonas de ocupación.

El 18 de junio de 1948, los aliados occidentales dieron un paso más creando una nueva moneda para sus zonas de ocupación: el Deutschemark. Los soviéticos reaccionaron aplicando una reforma en su zona en la que incluyeron a la ciudad de Berlín, a la que consideraban parte integrante de la zona soviética. Cuando los occidentales trataron de introducir el Deutschemark en sus zonas de ocupación de Berlín. Las protestas soviéticas se tornaron en actos: se inició el bloqueo de Berlín. Mediante la interrupción de toda comunicación terrestre entre las zonas de ocupación occidentales y Berlín occidental, Stalin confiaba en que Berlín oeste caería como una fruta madura en sus manos.

La reacción occidental sorprendió al dictador soviético. Los norteamericanos, con una pequeña ayuda británica, organizaron un impresionante puente aéreo que durante once meses y mediante más 275.000 vuelos consiguió abastecer a la población sitiada. Al mismo tiempo, la Casa Blanca hacía saber al Kremlin que no dudaría en usar la fuerza para hacer respetar los "corredores aéreos" que unían Berlín con la Alemania occidental. Stalin había subestimado las posibilidades del transporte aéreo y la resolución occidental a hacerle frente: el 12 de mayo de 1949 levantó el bloqueo de Berlín.

La crisis de Berlín creó un sentimiento fuerte de solidaridad entre los alemanes occidentales y los norteamericanos. Esta situación facilitó la culminación de la partición de Alemania: las tres zonas occidentales se constituyeron en la República Federal de Alemania que se dotó de una Ley Fundamental el 8 de mayo de 1949. Esta constitución establecía una sistema liberal democrático y contó con el visto bueno de las potencias occidentales. La URSS reaccionó en octubre con el establecimiento en su zona de ocupación de la República Democrática de Alemania, un estado creado siguiendo el modelo de las "democracias populares".

Esta partición de Alemania era la concreción en el corazón de Europa de la división bipolar del mundo: sólo unos días antes, el 4 de abril de 1949, se firmaba el Washington el Tratado del Atlántico Norte que daba nacimiento a la OTAN. Nos ocuparemos más adelante del nacimiento de esa estructura bipolar que caracterizó al mundo durante el período de la guerra fría.

domingo, 1 de abril de 2012

MODELO CURRICULUM

      

Esquema Currículum:

.FOTO
.DATOS PERSONALES
.FORMACIÓN ACADÉMICA
.FORMACIÓN COMPLEMENTARIA
.EXPERIENCIA LABORAL
.IDIOMAS
.INFORMÁTICA
.OTROS DATOS DE INTERÉS

viernes, 23 de marzo de 2012

EL FASCISMO DE MUSSOLINI



Benito Amilcare Andrea Mussolini (Dovia di Predappio, Forlì, 29 de julio de 1883 – Giulino di Mezzegra, 28 de abril de 1945) fue un militar, político y dictador italiano. Primer ministro del Reino de Italia con poderes dictatoriales desde 1922 hasta 1943, cuando fue depuesto y encarcelado brevemente. Escapó gracias a la ayuda de la Alemania Nazi, y recibió el cargo de presidente de la República Social Italiana desde septiembre de 1943 hasta su derrocamiento en 1945, y posterior muerte por ejecución.
Mussolini —también conocido como el Duce— pasó de ser el número 3 en el escalafón del Partido Socialista Italiano y dirigir su rotativo Avanti!, a promover el fascismo dentro de Italia. Durante su mandato estableció un régimen cuyas características fueron el nacionalismo, el militarismo y la lucha contra el liberalismo y contra el comunismo, combinadas con la estricta censura y la propaganda estatal. Mussolini se convirtió en un estrecho aliado del canciller alemán Adolf Hitler líder del Nazismo, sobre quien había influido. Bajo su gobierno, Italia entró en la Segunda Guerra Mundial en junio de 1940, como aliado de Alemania Nazi. Tres años después, los aliados invadieron el Reino de Italia y ocuparon la mayor parte del sur del país. En abril de 1945, trató de escapar a Suiza, pero fue capturado y fusilado, cerca del lago de Como por partisanos comunistas. Su cuerpo fue llevado a Milán donde fue ultrajado.

EL estalimismo

Estalinismo o stalinismo es un término utilizado para referirse a la teoría y práctica asociada al gobierno de Iósif Visariónovich Dzhugashvili en la Unión Soviética de carácter totalitario y dictatorial según sus críticos.
El término ha sido utilizado por opositores políticos y pensadores críticos con la figura de Stalin (ligados en gran medida, aunque no necesariamente, al trotskismo), en referencia a un tipo de gobierno o régimen de características hiperpresidencialistas.
Simpatizantes de Stalin se llaman a si mismo como antirrevisionistas y defienden sus políticas como la real aplicación del marxismo-leninismo, dadas las circunstancias históricas de la Unión Soviética de los años 30-40.


 
 Lenin discursa (con Trotsky) en la plaza Sverdlov, 1920. Foto: G. P. Goldshtein.

 


viernes, 2 de marzo de 2012

LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

La Primera Guerra Mundial, también llamada la Gran Guerra, se desarrolló entre el 28 de julio de 1914 y el 11 de noviembre de 1918. Involucró a todas las grandes potencias del mundo, que se alinearon en dos bandos enfrentados: por un lado, los Aliados de la Triple Entente, y, por otro, las Potencias Centrales de la Triple Alianza.
En el transcurso del conflicto fueron movilizados más de 70 millones de militares, incluidos 60 millones de europeos, lo que lo convierte en una de las mayores guerras de la Historia. Murieron más de 9 millones de combatientes, muchos a causa de los avances tecnológicos de la industria armamentística, que hizo estragos contra una infantería que fue usada de forma masiva y temeraria.
El asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, heredero del trono del Imperio austro-húngaro, el 28 de junio de 1914 en Sarajevo, fue el detonante inmediato de la guerra, pero las causas subyacentes jugaron un papel decisivo, esencialmente el imperialismo de las políticas exteriores de grandes potencias europeas como el Imperio Alemán, el Imperio austro-húngaro, el Imperio Otomano, el Imperio Ruso, el Imperio Británico, Francia e Italia. El asesinato de Francisco Fernando por el nacionalista yugoslavo Gavrilo Princip dio como resultado un ultimátum de los Habsburgo al Reino de Serbia. Las potencias europeas invocaron diversas alianzas formadas años y décadas atrás, por lo que sólo unas semanas después del magnicidio las grandes potencias estaban en guerra. A través de sus colonias, el conflicto pronto prendió por el mundo.
El 28 de julio, el conflicto dio comienzo con la invasión de Serbia por Austria-Hungría, seguida de la invasión de Bélgica, Luxemburgo y Francia por el Imperio Alemán, y el ataque de Rusia contra Alemania. Tras el avance alemán en dirección a París se llegó a un alto, y el Frente Occidental se estabilizó en una guerra estática de desgaste basada en una extensa red de trincheras que apenas sufrió variaciones significativas hasta 1917. En el frente oriental, el ejército ruso luchó satisfactoriamente contra Austria-Hungría, pero fue obligado a retirarse por el ejército alemán. Se abrieron frentes adicionales tras la entrada en la guerra del Imperio Otomano en 1914, Italia y Bulgaria en 1915 y Rumanía en 1916. El Imperio ruso colapsó en 1917 debido a la Revolución de Octubre, tras lo que dejó la guerra. Después de una ofensiva alemana a lo largo del Frente Occidental en 1918, las fuerzas de los Estados Unidos entraron en las trincheras y los Aliados de la Triple Entente hicieron retroceder al ejército alemán en una serie de exitosas ofensivas. Tras la Revolución de Noviembre de 1918 que forzó la abdicación del Káiser, Alemania aceptó el armisticio el día 11 del mismo mes.
Al final de la guerra, cuatro potencias imperiales (los Imperios Alemán, Ruso, Austro-Húngaro y Otomano) habían sido derrotados militar y políticamente y desaparecieron. Los dos primeros, el alemán y el ruso, perdieron una gran cantidad de territorios, y los otros dos, el austro-húngaro y el otomano, fueron completamente disueltos. El mapa de Europa Central fue redibujado con nuevos y pequeños estados, y se creó la Sociedad de Naciones con la esperanza de prevenir otro conflicto similar. Los nacionalismos europeos espoleados por la guerra y la disolución de los imperios, las repercusiones de la derrota alemana y los problemas con el Tratado de Versalles se consideran generalmente como factores del comienzo de la Segunda Guerra Mundial

                                 Detonante del conflicto

El evento detonante del conflicto fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa, Sofía Chotek, en Sarajevo el 28 de junio de 1914 a manos del joven estudiante nacionalista serbio Gavrilo Princip, miembro del grupo serbio "Joven Bosnia", ligado al grupo nacionalista Mano Negra, que apoyaba la unificación de Bosnia con Serbia. Francisco Fernando era el heredero de la corona austro-húngara después de la muerte de su primo, Rodolfo de Habsburgo (en 1889) y de su padre Carlos Luis de Austria (en 1896). Su asesinato precipitó la declaración de guerra de Austria contra Serbia que desencadenó la Primera Guerra Mundial.


Alianzas militares europeas en 1914.
El Imperio austrohúngaro exigió, con el apoyo del Imperio alemán, investigar el crimen en territorio serbio, ya que consideraba que la organización paneslavista Mano Negra tenía conexión con los servicios secretos de ese país. El Imperio Austrohúngaro dio un ultimátum el 7 de julio a Serbia, la que con apoyo ruso no aceptó todas las condiciones impuestas, en particular la participación de policías austríacos en investigaciones en territorio serbio.
Ante dicha negativa, el 28 de julio de 1914, Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia. Acto seguido el 29 de julio Rusia ordenó la movilización general. En función de las alianzas militares, el 1 de agosto, Alemania le declaró la guerra a Rusia, al considerar la movilización como un acto de guerra contra Austria-Hungría. Ante esto, y en virtud, de la alianza militar franco-rusa de 1894 Francia le declaró la guerra a Alemania el mismo día.
                                                                Guerra de movimientos

En 1914, los europeos pensaban que la guerra sería corta. Pero los generales, que habían estudiado las guerras napoleónicas, estaban equivocados en su enfoque inicial del enfrentamiento, basado en el uso masivo de la infantería. Respondiendo a la enorme eficacia de las armas (fusiles, armas automáticas y artillería pesada), las fortificaciones fueron reforzadas. La caballería sería inútil como medio para romper el frente.
Al comienzo de la guerra los dos bandos trataron de obtener una victoria rápida mediante ofensivas fulminantes. Los franceses agruparon sus tropas en la frontera con Alemania, entre Nancy y Belfort, divididas en cinco ejércitos. Previendo un ataque frontal en Lorena, organizaron el Plan XVII. Los alemanes tenían un plan mucho más ambicioso. Contaban con la rapidez de un movimiento de contorno por Bélgica para sorprender a las tropas francesas y marchar hacia el este de París (Plan Schlieffen de 1905) y luego enfrentarse a las fuerzas enemigas y empujarlas hacia el Jura y Suiza. Tan sólo ubicaron 2/7 de sus tropas sobre la frontera para resistir el ataque frontal en Alsacia-Lorena.
El comienzo del plan trascurrió perfectamente para el Reich. Sus tropas avanzaron sobre Bélgica el 4 de agosto, lo cual provocó la intervención inglesa. Posteriormente derrotaron al ejército francés en diversas batallas. Los franceses lanzaron simultáneamente el Plan XVII, pero resultó un fracaso debido a las armas automáticas que frenaron cualquier asalto y a un repliegue prematuro de las tropas hacia sus líneas. Semanas después estaban ya ubicados en el río Marne, donde chocaron con el Cuerpo Británico y el ejército francés, quienes frenaron el avance alemán. La derrota germana frustró el plan original y acabó con las expectativas de una conflagración breve, marcando el abandono definitivo de los planes anteriores a la guerra. En ese momento comenzó la «carrera hacia el mar»: los dos Ejércitos marcharon hacia el Mar del Norte; ataques y contra-ataques se sucedieron. La contienda se desarrollaría en territorio francés y belga. Las tropas británicas no tardaron en intervenir en mayor número, junto a los restos del ejército belga.
Mientras tanto, Austria-Hungría fracasó en su intento de tomar Belgrado, lo cual lograría después con ayuda alemana, en agosto del 1915. Rusia invadió Prusia Oriental, pero los generales de estado mayor prusianos Hindenburg y Ludendorff los batirán contundentemente en Tannenberg.
En el curso de 1915, dos nuevos países entraron en la guerra: Italia del lado de los Aliados y Bulgaria al lado de las potencias centrales, que con este apoyo derrotan y ocupan a Serbia. Desde el comienzo de la guerra, el Vaticano y Suiza intentaron infructuosamente sondeos por la paz.

                                      Frente occidental

El 4 agosto de 1914, el ejército alemán abrió el frente occidental invadiendo Bélgica y Luxemburgo, con un ataque a la ciudad de Lieja. y luego obteniendo el control militar de regiones industriales importantes del oeste de Francia, derrotando al ejército francés en la batalla de Lorena, la batalla de Charleroi (21 de agosto) y en la batalla de Maubeuge una semana más tarde. La fuerza del avance fue contenida drásticamente con la Primera Batalla del Marne en septiembre de 1914, donde enfrentaron al Cuerpo Británico compuesto por 5 divisiones experimentadas y las tropas de reserva francesas. Los taxis de París ayudaron a trasladar a los efectivos ingleses al frente. El equilibrio de fuerzas y las nuevas armas facilitaron la defensa frente al ataque e impusieron la estabilización del frente. Ambos contendientes se atrincheraron en una línea sinuosa de posiciones fortificadas que se extendía desde el Mar del Norte hasta la frontera suiza con Francia. Esta línea permaneció sin cambios sustanciales durante casi toda la guerra.
Un asalto presentaba tal desventaja frente al adversario que los ataques aliados fueron infructuosos y Alemania pudo resistir a pesar de combatir en dos frentes. En estos ataques se recurrió a bombardeos masivos de artillería y al avance masivo de la infantería. Sin embargo, la combinación de las trincheras, los nidos de ametralladoras, el alambre de espino y la artillería infligían cuantiosas bajas a los atacantes y a los defensores en contraataque. Como resultado, no se conseguían avances significativos. Las condiciones sanitarias y humanas para los soldados eran muy crudas y las bajas elevadísimas.

Soldados británicos en las trincheras, durante la batalla del Somme, 1916.
En otoño de 1915 el general Joseph Joffre intentó una ofensiva, con apoyo inglés, que concluyó en un gigantesco fracaso. Después de este éxito defensivo, a finales de año, el general Von Falkenhayn, Jefe de Estado Mayor, propuso al Kaiser su proyecto de atacar Verdún. Plaza fuerte e impenetrable según la propaganda francesa, pero que estaba en posición delicada por no poseer un camino o vía férrea para su reavituallamiento. Los alemanes esperaban que su caída debilitaría la moral de los soldados franceses. El 21 de febrero de 1916, el ataque se inició con la artillería bombardeando violentamente las posiciones aliadas. Los alemanes avanzaron poco, pero las pérdidas francesas fueron enormes. El 25 de febrero, el General Langle de Cary decidió abandonar la ciudad, pero el mando francés no estaba dispuesto a perder Verdún y nombró en su lugar a Philippe Pétain, quien organizó una serie de violentos contraataques.
El 1 de julio, los británicos desataron una gran lucha paralela en la Batalla del Somme, a fin de dividir las tropas alemanas y reducir la presión sobre Francia. Los alemanes retrocedieron escasos kilómetros, pero en orden. Al final, el frente casi no se modificó ni en Verdún ni en el Somme, pese a los centenares de miles de bajas.
En un esfuerzo por romper este callejón sin salida, este frente presenció la introducción de nuevas tecnologías militares, incluyendo el gas venenoso y los tanques. Pero sólo tras la adopción de mejoras tácticas se recuperó cierto grado de movilidad.
A pesar del estancamiento de este frente, este escenario resultó decisivo. El avance inexorable de los ejércitos aliados en 1918 convenció a los comandantes alemanes de que la derrota era inevitable, y el gobierno se vio obligado a negociar las condiciones de un armisticio.






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viernes, 17 de febrero de 2012

RELACION ENTRE MIGUEL UNAMUNO Y ASTRAY

En este punto, el general José Millán-Astray (el cual sentía una profunda enemistad por Unamuno), empezó a gritar: «¿Puedo hablar? ¿Puedo hablar?». Su escolta presentó armas y alguien del público gritó: «¡Viva la muerte!» (Lema de la Legión). Millán habló: «¡Cataluña y el País Vasco, el País Vasco y Cataluña, son dos cánceres en el cuerpo de la nación! El fascismo, remedio de España, viene a exterminarlos, cortando en la carne viva y sana como un frío bisturí!». Se excitó de tal modo hasta el punto que no pudo seguir hablando. Pensando, se cuadró mientras se oían gritos de «¡Viva España!». Se produjo un silencio mortal y unas miradas angustiadas se volvieron hacia Unamuno, que dijo: «Acabo de oír el necrófilo e insensato grito "¡Viva la muerte!". Esto me suena lo mismo que "¡Muera la vida!". Y yo, que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. Como ha sido proclamada en homenaje al último orador, entiendo que va dirigida a él, si bien de una forma excesiva y tortuosa, como testimonio de que él mismo es un símbolo de la muerte. El general Millán-Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero los extremos no sirven como norma. Desgraciadamente en España hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos más. Me atormenta el pensar que el general Millán-Astray pudiera dictar las normas de la psicología de las masas. Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, que era un hombre, no un superhombre, viril y completo a pesar de sus mutilaciones, un inválido, como he dicho, que no tenga esta superioridad de espíritu es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor. El general Millán Astray desea crear una España nueva, creación negativa sin duda, según su propia imagen. Y por eso quisiera una España mutilada (...)».
En ese momento Millán-Astray exclama irritado «¡Muera la intelectualidad traidora! ¡Viva la muerte!» aunque por el gran alboroto del público no se percibió esa frase, que fue solo oída por la gente que estaba más cerca del general, naciendo así la leyenda de que realmente dijo: «¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!» (leyenda que nace de las declaraciones de Serrano Suñer el cual no se encontraba en la universidad), aclamado por los asistentes. El escritor José María Pemán, en un intento de calmar los ánimos aclara: «¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!».
Unamuno, sin amedrentarse, continúa: «Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote! Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. Yo siempre he sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio país. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis, porque para convencer hay que persuadir. Y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho».
A continuación, con el público asistente encolerizado contra Unamuno y lanzándole todo tipo de insultos, algunos oficiales echaron mano de las pistolas... pero se libró gracias a la intervención de Carmen Polo de Franco, quien agarrándose a su brazo lo acompañó hasta su domicilio. Ese mismo día, la corporación municipal se reunió de forma secreta y expulsó a Unamuno. El proponente, el concejal Rubio Polo, reclamó su expulsión «...por España, en fin, apuñalada traidoramente por la pseudo-intelectualidad liberal-masónica cuya vida y pensamiento [...] sólo en la voluntad de venganza se mantuvo firme, en todo lo demás fue tornadiza, sinuosa y oscilante, no tuvo criterio, sino pasiones; no asentó afirmaciones, sino propuso dudas corrosivas; quiso conciliar lo inconciliable, el Catolicismo y la Reforma; y fue, añado yo, la envenenadora, la celestina de las inteligencias y las voluntades vírgenes de varias generaciones de escolares en Academias, Ateneos y Universidades». El 22 de octubre, Franco firma el decreto de destitución de Unamuno como rector.Unamuno fue restituido en su cargo póstumamente en octubre de 2011.

MIGUEL DE UNAMUNO

                            Miguel de Unamuno (1864-1936)

Vida y Personalidad

El bilbaíno Miguel de Unamuno es una de las personalidades más destacadas de la literatura española del siglo XX. Nació en Bilbao en 1864 y vivió la guerra carlista. En Madrid cursa la carrera de Filosofía y Letras y después de varios fracasos, ganó en 1891 la cátedra de Griego en la Universidad de Salamanca, donde vivó casi toda su vida. En 1901 sería elegido rector de esa Universidad.
Tuvo una amplísima cultura antigua y moderna, filológica, literaria y filosófica. Fue un gran crítico de los distintos regímenes políticos en los que vivó y como consecuencia de su oposición a la dictadura del general Primo de Rivera fue desterrado (1924 - 1930) y se marchó primero a Fuerteventura y luego a Francia. Tras la caída del general vuelve triunfalmente a España y fue diputado durante la República. Ante las fuerzas de Franco su actitud inicial fue cambiante. Sin embargo su postura definitiva ante las fuerzas de Franco (con la famosa frase: "Venceréis pero no convenceréis") le valió ser destituido y confinado en su domicilio, donde murió el último día de 1936.
Unamuno fue siempre un hombre inquieto y rebelde, paradójico y contradictorio, ferozmente individualista, siempre rindiendo culto a su propia personalidad. Luchador contra todo, en guerra consigo mismo, en continua tensión, no encontró nunca la paz, acosado de dudas religiosas y existenciales. Su vida estaba presidida por una intensa actividad intelectual, de incesante lucha consigo mismo.
En cuanto a su ideología, Unamuno fue militante del PSOE y manifestaba ideas socialistas en su juventud. Sin embargo con el paso del tiempo va perdiendo la fe y abandona su militancia política.

Temas:

Unamuno cultivó todos los géneros - teatro, poesía, ensayos, prosa - todos ellos presididos por dos ejes temáticos recurrentes: España y el sentido de la vida humana. Se le ha considerado como uno de los primeros escritores existencialistas modernos.
El problema de España:
Reflexionó sobre el pasado de España, su literatura y su historia y sobre su presente, sus males y la necesidad de una renovación espiritual, de nuevos ideales de vida para vencer la pereza y atonía españolas. En su recorrido por toda España retrata sus pueblos y tierras, su paisaje y paisanaje y dedica una atención especial a Castilla. Amó a España y se sintió español ante todo. "Me duele España" - decía Unamuno -; "¡soy español, español de nacimiento, de educación, de cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de profesión y oficio; español sobre todo y ante todo".
La preocupación por España queda patente en muchas obras: En torno al casticismo (1895) donde plantea la idea de la intrahistoria. En Vida de don Quijote y Sancho (1905) expresa su interpretación de la novela cervantina como expresión del alma española. Y acabó por sustituir el anhelo de europeizar a España por la pretensión de españolizar a Europa. La preocupación por España también se refleja en otras obras: Por tierras de Portugal y España (1911), Andanzas y visiones españolas (1922), .
El sentido de la vida humana:
Unamuno está preocupado por el hombre de carne y hueso, con sus angustias y problemas, con el sentido trágico de su existencia. Plantea el pavoroso problema de la personalidad humana; si uno es lo que es y seguirá siendo lo que es; la tensión entre el ser o la nada. En definitiva, el problema de Dios y de la inmortalidad, el saber si moriremos del todo o no.

Estilo:

Unamuno tiene un estilo que refleja con gran perfección los rasgos de su personalidad. Es sobrio y al mismo tiempo vivo y expresivo, despegado de viejas retóricas. Propone un estilo desnudo, frente a los estilistas que lo visten de galas. Pone en circulación muchos términos populares. Él mismo escribió que "quería sacara a ras de lengua escrita voces de la lengua corrientemente hablada, desentonar y desentrañar palabras que chorrean vida según corres frescas y rozagantes de boca en oído y de oído en boca de los buenos lugareños de Castilla y León".
Juega con el idioma, inventa términos nuevos, desentierra el primitivo significado etimológico de las palabras. Además busca la densidad de ideas, la intensidad emotiva, la exactitud de sus descripciones, no la elegancia. Su lucha interna se aprecia en su gusto por paradojas, antítesis, exclamaciones.
Obra:
Practicó todos los géneros. Sus cualidades como poeta fueron infravaloradas durante mucho tiempo, aunque en la actualidad se le tiene por uno de los grandes líricos del siglo XX. Es una poesía que se caracteriza por su gran riqueza de pensamiento; los principales libros son: Poesías (1907), Rosario de sonetos líricos (1911), El Cristo de Velázquez(1920), Romancero del destierro (1928) y el Cancionero póstumo, Diario poético que fue publicado en 1953 y recoge poesías escritas entre 1928 y 1936.
También es autor de importantes novelas. Figura Unamuno entre los más decididos renovadores de la novela a principios de siglo que a él le servía como cauce adecuado para la expresión de los conflictos existenciales.
Su primera novela fue Paz en la guerra (1897) , una novela histórica sobre la última guerra carlista. Con Niebla (1914) inicia lo que él denominó nivolas: frente a la novela tradicional presenta nuestro autor el enfrentamiento de las almas, de las pasiones humanas, sin paisajes, ambientes ni costumbres. Niebla plantea el problema de la existencia y la personalidad. El protagonista, Augusto Pérez, se rebela contra el propio Unamuno, porque se da cuenta de que no es más que un ser de ficción, manejado al capricho del autor, y le recuerda que también él, Unamuno, como ser humano, depende del capricho de Dios. En 1917 publicaría Abel Sánchez y en 1921 La tía Tula . Su obra maestra llegaría en 1931, San Manuel bueno mártir . Esta es la dramática historia del párroco de una aldea perdida que, entregado ejemplarmente a su pueblo y manifestándose como un santo, oculta el tremendo desgarro interior de la duda en la otra vida.
Escribió también numerosos libros de ensayo: En torno al casticismo (1902), Vida de Don Quijote y Sancho (1905), Por tierras de Portugal y España (1911), Andanzas y visiones españolas (1922), Del Sentimiento trágico de la vida (1922).
Las obras dramáticas más importantes: Fedra (1910), El otro (1926) y El hermano Juan (1934). Son el intento de un teatro de ideas que resulta excesivamente esquemático y falto de acción dramática.

Biografía
 
Miguel de Unamuno nació en la calle Ronda del casco viejo de Bilbao. Era el tercer hijo y primer varón, tras María Felisa y María Jesusa, del matrimonio habido entre el comerciante Félix de Unamuno Larraza y su sobrina carnal, Salomé Jugo Unamuno. Más tarde nacerán Félix, Susana y María Mercedes. Al acabar sus primeros estudios en el colegio de San Nicolás y a punto de entrar en el instituto, asiste como testigo al asedio de su ciudad durante la Tercera Guerra Carlista, lo que luego reflejará en su primera novela, Paz en la guerra. Buen dibujante, estudió en el taller bilbaíno de Antonio Lecuona, pero, como él mismo confesó, la falta de dominio sobre el color le hizo desistir de una carrera artística.

viernes, 10 de febrero de 2012

ACTA FINAL DE LA CONFERENCIA DE BERLIN (1885)

Acta General de la Conferencia de Berlín, 26 de febrero de 1885

S.M. el emperador de Alemania, rey de Prusia; S.M. el emperador de Austria, rey de Hungría; S.M. el rey de los belgas, S.M. el rey de Dinamarca, S.M. el rey de España; el presidente de los Estados Unidos de América, el presidente de la República Francesa, S.M. la reina del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda, emperatriz de las Indias; S.M. el rey de Italia, S.M. el rey de los Países Bajos, S.M. el rey de Portugal, S.M. el emperador de todas las Rusias, S.M. el rey de Suecia y de Noruega, S.M. el emperador de los otomanos.
Deseando establecer [ ... ] las condiciones más favorables al desarrollo del comercio y de la civilización en determinadas regiones de África, y asegurar a todos los pueblos las ventajas de la libre navegación por los principales ríos africanos que desembocan en el océano Atlántico; deseosos, por otra parte, de prevenir los malentendidos y las disputas que pudieran suscitar en lo futuro las nuevas tomas de posesión efectuadas en las costas de África, y preocupados al mismo tiempo por los medios de aumentar el bienestar moral y material de las poblaciones indígenas, han resuelto [ ... ]:

Artículo 1.° El comercio de todas las naciones gozará de una completa libertad: 1°) en todos los territorios drenados por el Congo y por sus afluentes; 2.°) en la zona marítima que se extiende sobre el océano Atlántico [ ... l; 3°) en la zona que se extiende al este de la cuenca del Congo [ ... ].

Artículo 6.° Todas las potencias que ejerzan derechos de soberanía o influencia en los mencionados territorios se comprometen a velar por la conservación de las poblaciones indígenas y por la mejora de sus condiciones morales y materiales de existencia, así como a contribuir a la supresión de la esclavitud y, sobre todo, a la trata de negros. Las potencias protegerán, sin distinción de nacionalidades y de cultos, todas las instituciones y empresas religiosas, científicas o de caridad, creadas y organizadas para estos fines o encaminadas a instruir a los indígenas y a hacerles comprender y apreciar las ventajas de la civilización. [ ... ] La libertad de conciencia y la tolerancia religiosa quedan expresamente garantizadas [ ... ].

Artículo 34.° Toda potencia que tome posesión de un territorio situado en la costa del continente africano, pero fuera de sus posesiones actuales, o que no poseyendo ninguno hasta entonces, llegase a adquirirlo, así como toda potencia que se haga cargo en aquélla de un protectorado, acompañará el acta respectiva de una notificación dirigida a las restantes potencias firmantes de la presente Acta [ ... ].
Artículo 35.° Las potencias firmantes [ ... ] reconocen la obligación de asegurar, en los territorios ocupados por ellas en la costa del continente africano, la existencia de una autoridad suficiente para hacer respetar los derechos adquiridos y, llegado el caso, la libertad de comercio y de tránsito en las condiciones en que fuese estipulada.

CONFERENCIA DE BERLIN DE 1885

La Conferencia de Berlín, celebrada entre el 15 de noviembre de 1884 y el 26 de febrero de 1885 en la ciudad de Berlín fue convocada por Francia y el  y Reino Unidoo[1]rganizada por el Canciller de Alemania, Otto von Bismarck, con el fin de resolver los problemas que planteaba la expansión colonial en África y resolver su repartición.
Tras la Conferencia, sólo un país africano conservó el derecho a preservar su independencia: Etiopía. El denominado Estado Libre del Congo tenía la calidad de posesión personal del rey Leopoldo II de Bélgica, mientras que Marruecos mantenía una independencia puramente nominal pues se hallaba en la práctica bajo ocupación militar de Francia y España. Liberia continuaba funcionando como un estado norteamericano en suelo africano.

Contexto

Entre 1874 y 1877 la expedición de Henry Morton Stanley, patrocinada por Leopoldo II de Bélgica, exploró la cuenca del Río Congo; este suceso determinó que prácticamente todo el territorio de África fuese conocido y cartografiado detalladamente por los europeos, con lo cual no quedaron ya zonas sin explorar en territorio africano. Como resultado, el interés de los países europeos en África aumentó considerablemente, donde el nacionalismo y el imperialismo influyeron para que diversos estados de Europa enviaran expediciones científicas y militares a territorio africano con el doble fin de conocer las posibilidades de explotación económica e instalar guarniciones y puestos comerciales que asegurarse su presencia y control efectivo antes que otros competidores.
Leopoldo II de Bélgica había formado la Asociación Internacional del Congo para explotar las riquezas de la cuenca de ese río, aunque manteniendo dicho territorio en forma de propiedad privada y sin que dicha zona se transformara aún en posesión de Bélgica. Si bien esta Sociedad controlaba la desembocadura del río Congo, Reino Unido y Portugal deseaban evitar que esta área de control se extendiese. Por su parte, Francia había logrado en 1881 tomar posesión de Túnez, y en ese mismo año una expedición francesa dirigida por Pierre de Brazza tomo posesión efectiva del Congo Occidental a orillas del Océano Atlántico. Al año siguiente el Reino Unido asumió por completo el gobierno de Egipto (que estaba sujeto al Imperio otomano sólo en teoría) y consiguió así los derechos de soberanía egipcia sobre Sudán y el norte de Somalia. En 1884 Francia aseguró su posesión de la costa de Guinea, con lo cual resultaba evidente en Europa que la carrera por África debía ser regulada.


Participantes


A la Conferencia asistieron catorce países que pueden ser divididos en dos grupos, el primero agruparía a aquellos países con interés directo en los problemas relativos al reparto de África, estaba formado por Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, Francia, Imperio Alemán, Portugal, la Asociación Internacional del Congo y en menor medida los Países Bajos. El segundo grupo formado por el resto de los países participantes que no tenían grandes intereses por el continente e incluía al Imperio austrohúngaro, Bélgica, Dinamarca, Reino de Italia, España, Rusia, Suecia, Imperio Otomano y Estados Unidos. Ningún estado africano estaba representado.[1]

 Los acuerdos

El rey de Bélgica, Leopoldo II, convenció hábilmente a los gobiernos de Francia y de Alemania que para los intereses de ambos países era necesario asegurar el libre comercio en África. Portugal era un país demasiado débil para proteger un imperio africano demasiado vasto, por lo cual sugirió una conferencia internacional para solucionar posibles conflictos entre las potencias europeas. Catorce Estados fueron convocados: El Imperio Alemán, el Imperio austrohúngaro, Bélgica, Dinamarca, el Imperio otomano, España, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Reino de Italia, Países Bajos, Portugal, el Imperio ruso y Suecia. Los Estados Unidos no llegaron a participar efectivamente en la Conferencia, la cual fue dominada por las grandes potencias europeas que ya habían manifestado interés en África (Reino Unido, Alemania, Francia) y tenían poderío suficiente para establecerse allí.
En la Conferencia se proclamó la libre navegación marítima y fluvial por los ríos Congo y Níger, se estableció la libertad de comercio en el centro del continente africano formado por la cuenca del río Congo, se acordó la prohibición de la esclavitud, y se estableció el derecho a reclamar una porción de la costa africana sólo si dicho territorio se ocupaba efectivamente y se comunicaba de este evento a otros estados.
Un elemento importante que fue pactado en la Conferencia fue reconocer como regla de Derecho Internacional el principio de uti possidetis iure, en tanto para que un estado europeo reclame derechos de soberanía sobre un territorio africano debería de establecer previamente una real posesión sobre éste. Para acreditar esta posesión era preciso que la potencia europea reclamante hubiese suscrito un tratado con la población local y ejerciera actos efectivos de administración, o que hubiera establecido una ocupación militar permanente que bastase para asegurar su posesión, adquiriendo también el derecho a la explotación económica permanente. El objetivo era evitar que las naciones europeas reclamasen derechos sobre un territorio donde no tuviesen presencia alguna, lo cual generó una competencia desenfrenada de misiones comerciales, diplomáticas y militares enviadas por países de Europa con el fin de tomar a la brevedad la mayor cantidad posible de territorio africano.

Consecuencias


Reparto del continente en 1914.
El proceso de colonización se realizó siguiendo las grandes vías fluviales, como los territorios del Níger, que fueron explorados entre los años 1788 y 1830; la cuenca del Nilo y la región de los Grandes Lagos Africanos, entre 1854 y 1859; el Zambeze, entre 1841 y 1873.
La exploración del río Congo motivó las rivalidades entre varios países, por lo que el canciller Bismarck actuó como árbitro en la Conferencia. Uno de los acuerdos fue reconocer la existencia del Estado Libre del Congo (actualmente República Democrática del Congo), bajo soberanía de la Asociación Internacional del Congo y propiedad privada del rey de los belgas Leopoldo II, y de un Congo francés, ambos con salida al mar por el Océano Atlántico.
Así, la costa mediterránea africana quedó en manos de Francia y el Reino Unido; la costa oriental se dividió entre los alemanes al sur y los británicos al norte. La costa occidental africana quedó en poder de los belgas, franceses y británicos. Los españoles se hicieron con el Sáhara Occidental, los italianos consiguieron Somalia y los portugueses extendieron o afianzaron su control sobre Angola, Cabo Verde y Guinea-Bissau, Santo Tomé y Príncipe y Mozambique, mientras los alemanes obtienen Namibia. Sin embargo, pronto estallaron conflictos entre los países europeos por la posesión de las zonas más estratégicas o más ricas, como en el caso de Túnez, Egipto y Marruecos, enfrentando a Italia con Francia, luego al Reino Unido y Francia (Incidente de Fachoda), y luego a Alemania contra británicos y franceses.
La conferencia de Berlín está considerada por numerosos historiadores como el momento culminante que dio impulso al colonialismo exacerbado, iniciado por Francia y Reino Unido en todo el mundo desde fines del siglo XIX. Mientras tanto los conflictos que se pretendían solucionar con esta conferencia no hicieron sino agravarse en forma lenta pero continua, provocando unas tensiones territoriales, políticas y económicas entre las principales potencias europeas, las que desembocarían en el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914.

viernes, 13 de enero de 2012

TRES SOMBREROS DE COPA

Tres sombreros de copa es una comedia de Miguel Mihura, escrita en 1932 y estrenada veinte años después, que está considerada como una de las obras maestras del teatro humorístico.
Esta obra supone, por su originalidad, una ruptura con el teatro cómico anterior. Mihura la escribió en unos tres meses, y según sus propias declaraciones, la creó «sin esfuerzo» y «con facilidad, con alegría, con sentimiento». Consideraba que había encontrado con esta obra un estilo propio y sin influencias ajenas, y se mostró orgulloso de su «virtud melódica», de su ritmo, de «esa cadencia especial que sonaba a verso».
                                                     

                                                            Argumento

Fernando Valls, en su edición de Tres sombreros de copa, resume así el argumento de la obra:
El argumento de Tres sombreros de copa es sencillo, incluso tópico: tras siete años de tenaz noviazgo, Dionisio, un joven de veintisiete años, va a casarse con Margarita, una «virtuosa señorita» de veinticinco. La noche previa a la boda se hospeda en un hotel donde conoce a Paula, una atractiva chica de dieciocho años (aproximadamente, ya que no conoce su edad) de la que se siente especialmente atraído. La muchacha trabaja en un circo y al día siguiente debutará en el Nuevo Music-Hall. A lo largo de la obra, Dionisio descubre por medio de Paula una manera distinta de vivir, de entender el mundo y de alcanzar la felicidad; gracias a la joven vislumbra la posibilidad de una existencia más imaginativa y libre. Sin embargo, cuando en el momento culminante de la acción deba decidirse entre Paula y Margarita, Dionisio no se atreverá a cambiar de vida, y opta por vivir con la burguesía.
                                                      Estructura
Miguel Mihura recurre para la composición de esta obra a las tres unidades clásicas: de espacio, de tiempo y de acción. Todo transcurre de madrugada en una habitación de un hotel de segundo orden de una ciudad de provincias (unidad de espacio), en unas pocas horas (unidad de tiempo), y alrededor de una misma anécdota (unidad de acción): el descubrimiento, por parte de Dionisio, durante la víspera de su boda, de un mundo alegre y auténtico al que va a renunciar para integrarse en un sistema que en el fondo detesta. Este planteamiento del tiempo y la utilización del espacio son fundamentales para el desarrollo de la intriga.
La acción se estructura en tres actos que corresponden al esquema tradicional: planteamiento, nudo y desenlace. El acto I supone un planteamiento de la acción. En él se nos presenta a los personajes protagonistas y el conflicto en que viven. Se basa en la ficción que despliegan unos y otros. El acto II presenta el conflicto como tal: el nudo. Mostrará la experiencia de Dionisio en ese otro mundo en que ha ingresado de la mano de Paula (de ilusión, fantasía y absurdo). Entre el primer y segundo acto trascurren dos horas para que dentro de ese espacio se transforme radicalmente el ambiente. Cuando Dionisio se decide y se integra en el mundo recién descubierto, unos golpes en la puerta le hacen volver a la realidad. Este paso entre el segundo y tercer acto sólo dura un minuto. Mihura concluye el tercer acto con el desenlace, con la vuelta de todo a su orden, dejando a Dionisio aplastado por sistema encarnado por Don Sacramento («pensé salir de aquí hacia el camino de la felicidad y voy a salir por el camino de la ñoñería y la hiperclorhidria»).